Avatar se grabó íntegramente con cámaras IMAX (Sony CineAlta Venice Rialto 3D), que graban en el formato 1.50:1. En los cines digitales se usan principalmente 2 formatos: formato FLAT 1.85:1 (el formato pequeño del cine, equivalente a 16:9) y SCOPE 2.39:1 (formato panorámico del cine, equivalente al antiguo cinemascope). La mayoría de cines suelen tener en sus salas pantallas SCOPE y esto hace que halla 3 tipos de copia del film.
Para transformar el formato IMAX en FLAT hay que hacerle un pequeño corte en los extremos, pero para adaptarlo al formato SCOPE hay que hacer un corte mayor arriba y abajo. Si no se puede ver en formato IMAX, la mejor forma de verla es en formato FLAT, pues tendrá la menor perdida con respecto al formato original; ahora bien, veámosla como la veamos Cameron se ha asegurado de que no se corte ningún detalle esencial.
Nuevamente me llamo la atención de que el precio del IMAX de los miércoles fuera bastante barato (unos 10 euros), frente a los 14 euros que costaba verla en salas Premium que ni de lejos se acercan a las especificaciones del IMAX. Las salas 4DX pueden llegar a ser un poco molestas durante 3 horas, ojo con los movimientos del asiento y la salud de la espalda (en Avatar no sé, pero por ejemplo, Top Gun: Maverick puede en algunos casos no ser la película apropiada para ver en 4DX).
La primera sorpresa al entrar dentro de Parquesur fue que ahora pertenece al Grupo Westfield y el letrero de Parquesur que nos daba la bienvenida a la entrada ahora se ha cambiado por el logo de Westfield Parquesur. Otra sorpresa es que ahora los IMAX de Cinesa venden las gafas para IMAX, al mismo precio que las de Reald (1,50 €); pero ojo, que las gafas de IMAX (polarización lineal) son incompatibles con las de Reald (polarización circular), por lo que únicamente valen para los cines IMAX. Las gafas vienen en un envoltorio similar, bajo marca IMAX y son un poco más grandes y de mejor calidad.
La sala IMAX de Parquesur es la número 12, que se encuentra según se sube por las escaleras mecánicas a la derecha; los servicios están en el extremo opuesto, aunque los más grandes están abajo del todo, según se sale del cine por la salida de emergencia, al final de la misma. Dentro de la sala, en el patio de butacas, las mejores filas son la 8, 9 o la 10; mientras que para verla en lateral, lo mejor es a partir de la fila 10 y lo más cercano al pasillo.
Antes de la película pusieron un pequeño corto y anuncios publicitarios (este fue uno de los grandes fallos de los IMAX de Yelmo Cines, que no ponían ningún tipo de anuncio y mantener una sala IMAX es muy caro). Tanto el corto como los anuncios no estaban en 3D, obviamente. Después de los anuncios vino la espectacular presentación 3D de IMAX, avisada previamente con un cartel para que la gente se pusiera las gafas; y al finalizar la misma, comenzó el film.
El tamaño de pantalla se nota en los efectos, donde más en las cenizas flotantes; pero tampoco es que sea una cosa exagerada, se nota un poco más que en una sala de cine normal. La calidad de la imagen es mucho mejor y el sonido es casi tan bueno como el Atmos. Realmente aquellos que tengáis la posibilidad de verla en formato IMAX (Cinesa Diagonal Mar, Cinesa Festival Park, Cinesa Las Rozas y Cinesa Parquesur) o en formato Dolby Cinema (Cinesa La Maquinista) ni lo dudéis.
Recordad que el 10 de febrero tendremos una nueva cita con Cameron y el 3D con el reestreno de la versión remasterizada en HFR de Titanic, de la cual ya se pueden comprar las entradas.